Hace poco más de un año, la primera turbina quitanieves HB 1100S de Schmidt Beilhack salió de la fábrica de St. Blasien. Tras ser transportada a Noruega, entró en una fase de pruebas intensivas, demostrando ahora exactamente para lo que fue construida: manejar grandes volúmenes de nieve en las condiciones climáticas más duras. Con una capacidad de limpieza de hasta 10.000 toneladas por hora, contribuye significativamente a garantizar la fiabilidad de las operaciones ferroviarias durante el invierno nórdico.
Mientras tanto, la actividad se ha concentrado de nuevo en la nave de montaje de St. Blasien, donde la segunda máquina de la misma serie está tomando forma. El calendario está claro: la finalización está prevista para noviembre de 2025, seguida de una amplia fase de pruebas en Alemania antes de que se dirija a Noruega en diciembre.
"De la primera máquina obtuvimos valiosos conocimientos y optimizamos aún más nuestros procesos", afirma el director del proyecto, Thomas Kaiser. "Para la segunda unidad, hemos planificado deliberadamente más tiempo para las pruebas. Esto garantiza un funcionamiento más fluido y, en última instancia, un valioso ahorro de horas en general".
El proyecto es un ejemplo de cómo la precisión, la experiencia y el trabajo en equipo se unen en St. Desde el diseño inicial hasta el producto final, la HB 1100S representa una ingeniería excepcional y décadas de experiencia en la limpieza de nieve ferroviaria. "Ser mejores cada día forma parte de nuestra filosofía", confirma Thomas Kaiser.
En los próximos meses se llevarán a cabo las pruebas finales, la carga y el eventual despliegue de la segunda máquina en el invierno noruego. Hasta entonces, sigue siendo emocionante ver cómo funcionarán juntas las dos sopladoras de nieve de alto rendimiento, en las vías y en algunas de las condiciones más duras imaginables.
