Desprendimiento de tierras sobre Blatten
La montaña de Blatten llevaba semanas moviéndose cuando se evacuó a todos los habitantes y animales el 19 de mayo de 2025. Nueve días después, unos 9 millones de metros cúbicos de roca y hielo se precipitaron al valle. El derrumbe destruyó casi todo el pueblo, sepultando infraestructuras, hoteles y los característicos graneros, edificios históricos de madera y parte de la cultura arquitectónica del Alto Valais, protegida por la UNESCO. Los agricultores también se vieron gravemente afectados: Ocho de ellos perdieron sus establos y cuatro también perdieron sus casas. Muchos animales tuvieron que ser alojados en comunidades vecinas. Hubo una gran solidaridad entre los agricultores, a los que se ofreció alojamiento y comida en gran número.
Coordinación en tiempos difíciles
Ya antes de la catástrofe, los agricultores de Blatten habían fundado la Cooperativa de Consolidación Agrícola de Lötschental con el fin de consolidar las más de 5.000 pequeñas parcelas del valle en parcelas racionalmente cultivables. Su presidente, Daniel Ritler, lo describe hoy como un golpe de suerte: "La organización existente entre nosotros, los agricultores, facilitó mucho la coordinación de la ayuda tras el corrimiento de tierras". La cooperativa representa los intereses de los agricultores ante las autoridades y trabaja conjuntamente para garantizar el futuro de la agricultura en el valle. Para Ritler, reconstruir su propia explotación antes de jubilarse ya no es una prioridad. Su objetivo es abrir perspectivas a los jóvenes agricultores del valle. Con su experiencia, se compromete en todas las etapas, desde la creación de las infraestructuras necesarias hasta la futura comercialización.
Valiosas praderas tras el cono de escombros
Aún quedan unas 50 hectáreas de prados intactos detrás del cono de escombros. Sin embargo, este verano no fue posible cosechar el forraje, ya que no se podía transportar por la estrecha y muy transitada carretera de emergencia. No obstante, había que cultivar la tierra para garantizar la calidad del forraje en años venideros y reducir el riesgo de incendios forestales. "Un incendio que se propagara de un prado al bosque de protección dificultaría aún más la reconstrucción de Blatten. Por eso decidimos acolchar nuestras zonas", explica Daniel Ritler. Como muchas de las máquinas de los agricultores quedaron sepultadas por el corrimiento de tierras, se necesitó ayuda externa.
Aebi apoya con máquinas
A petición de la Asociación Suiza de Agricultores, Aebi proporcionó Terratracs y segadoras motorizadas con trituradoras. El socio de mercado de Aebi, Robert Aebi Landtechnik Susten, prestó servicio in situ. Esto permitió a los agricultores mantener los prados, minimizar los riesgos naturales y asegurar la base para un futuro agrícola. El joven agricultor Christian Jaggi perdió su establo de vacas lecheras y la mitad de sus tierras. Sin embargo, ve su futuro en el Lötschental: "Gracias al apoyo de Aebi, hemos podido cuidar nuestras tierras y asegurarlas para el futuro. Quiero quedarme en el valle y reconstruir mi negocio con un nuevo establo".



Preservar el paisaje cultural: asegurar el futuro
Los agricultores de Blatten han dado el primer paso. Juntos han cultivado las tierras restantes, asegurando así la base forrajera y contribuyendo a preservar el paisaje cultural único del Lötschental. Esto ha creado perspectivas para los jóvenes agricultores, así como para la comunidad del pueblo y el turismo, que es importante para el valle.
